La revolución tecnológica desvela el secreto mejor guardado del Siglo de Oro: los dramaturgos no escribían solos
Técnicas forenses y espectroscopia demuestran que Lope de Vega y sus contemporáneos colaboraban estrechamente con censores y directores de compañía en la creación teatral
La revolución tecnológica está desvelando uno de los mayores secretos del Siglo de Oro español: los dramaturgos no escribían solos. Nuevas tecnologías aplicadas al análisis de manuscritos, como la espectroscopía, la fotografía espectral y la inteligencia artificial, están demostrando que grandes figuras como Lope de Vega colaboraban estrechamente con censores y directores de compañía a la hora de crear sus obras teatrales. Atrás queda la imagen romántica del genio solitario, ya que estas metodologías permiten descubrir, tras siglos de misterio, que el proceso creativo era mucho más colectivo y complejo.
El proyecto CREATEXT, impulsado por Sònia Boadas en la Universidad Autónoma de Barcelona y patrocinado por la Fundación BBVA, es pionero en la aplicación de estas técnicas forenses a textos del siglo XVII. Al combinar fotografía espectral y espectrometría química con potentes algoritmos de inteligencia artificial capaces de identificar manuscritos con un 99% de precisión, el equipo logra leer tachaduras, distinguir tintas, reconstruir capas ocultas en los folios y detectar manos diferentes en un mismo manuscrito, lo que proporciona una mirada inédita sobre cómo se escribían realmente las comedias áureas.
El ejemplo que ha marcado un antes y un después es el manuscrito autógrafo de «El castigo sin venganza», conservado en la Biblioteca del Museo de Boston. La fotografía espectral por capas ha probado que el final conocido no era el concepto inicial de Lope de Vega, sino que el dramaturgo reescribió las últimas escenas después de recibir indicaciones del censor Pedro de Vargas Machuca. Bajo los trazos y las correcciones de Lope, se ha podido detectar la intervención de al menos otra mano.
España atesora un patrimonio documental único: cuarenta y cinco manuscritos autógrafos de Lope de Vega, sumando unos 120.000 versos originales. Ni siquiera Shakespeare cuenta con un legado tan tangible. De estas joyas, veintidós están bajo custodia de la Biblioteca Nacional, donde ahora se someten a exhaustivos análisis tanto filológicos como técnicos gracias a la colaboración entre académicos y expertos en criminalística forense como Sergi Claveria, que aplica instrumentación policial a letra y papel del Siglo de Oro.
Imágenes multiespectrales, espectrometría química para discriminar tintas según su composición mineral, fluorescencia de rayos X para identificar materiales ocultos, y sistemas automáticos de reconocimiento caligráfico son las principales herramientas que están revolucionando la investigación sobre creatividad y autoría en el teatro clásico español. De los cuarenta y cuatro manuscritos autógrafos conservados de Lope de Vega, solo en cuatro se han documentado, de manera objetiva, intervenciones ajenas, pero esos pocos ejemplos han bastado para revelar una red colaborativa en la que participaban no solo los dramaturgos, sino también los directores de compañía y los censores oficiales.
Esta revolución metodológica tuvo además un hito extraordinario en enero de 2023, cuando la inteligencia artificial permitió identificar en los fondos de la Biblioteca Nacional una comedia desconocida atribuible a Lope de Vega, «La francesa Laura», tras procesar y comparar automáticamente más de mil trescientas obras del Siglo de Oro.
Todo ello cambia para siempre la comprensión del teatro áureo. No solo desmonta el mito del autor exclusivo, sino que enseña que las comedias nacieron de un ecosistema creativo multidisciplinar, donde la voz final de la obra podía depender de muchos factores y personas. Para el mundo editorial y los coleccionistas, este salto tecnológico supone también una garantía renovada para autentificar textos y desenmascarar falsificaciones, y permite establecer nuevos estándares científicos en el análisis de manuscritos históricos, sumando el saber digital y químico al filológico tradicional. La tecnología está reescribiendo la historia literaria y cultural española y ayudando a comprender, con pruebas materiales, la verdadera gestación del arte en uno de los periodos más brillantes de nuestra literatura.