El frío moral de una nación en ruinas
Hay algo en la geografía que determina el destino de los hombres, y Jo Nesbø lo sabe bien cuando decide trasladar su mirada nórdica al corazón helado de Estados Unidos para construir Minnesota, una novela que no es solo un artefacto de género policiaco sino una meditación dolorosa sobre los límites de la justicia en un país que se desmorona desde dentro. Minneapolis en 2016 es el escenario de un tiroteo que deja tras de sí un reguero de cadáveres y un nombre que todos persiguen sin comprender del todo: Tomas Gomez, un hombre tranquilo con pasado misterioso que se esfuma dejando solo la certeza de que volverá a matar. Y es entonces cuando aparece Bob Oz, ese detective suspendido que arrastra sus propias manchas en el historial, un antihéroe que la crítica noruega no ha dudado en comparar con Philip Marlowe y Sam Spade, esos arquetipos del noir estadounidense que conocían demasiado bien la podredumbre del sueño americano.
Pero Nesbø, que lleva sesenta millones de ejemplares vendidos en cincuenta y un idiomas, no se conforma con la mecánica del thriller. Lo que hace en Minnesota es algo más ambicioso y perturbador: utiliza la intriga policial como vehículo para desmontar la fragilidad de un sistema de justicia que ya no funciona, para mostrar cómo la violencia se perpetúa en hombres rotos que persiguen a otros hombres igualmente destrozados. Bob Oz no es un héroe redentor, es un obsesivo que desobedece a sus superiores porque reconoce en el asesino algo de su propio pasado trágico, porque comprende que para cazar a un verdugo primero hay que entender el lenguaje de su dolor.
La novela da un salto temporal hasta 2022, cuando un escritor enigmático llega desde Europa a Minnesota, ese estado de fuerte tradición migratoria noruega, buscando documentarse sobre el caso Gomez para escribir un libro de true crime. Pero lo que empieza como una investigación neutral se irá complicando hasta límites insospechados, y es ahí donde Nesbø despliega su verdadera maestría: en mostrar cómo el pasado nunca termina de pasar, cómo la verdad es siempre una construcción provisional y cómo la búsqueda de justicia puede convertirse en otra forma de venganza. La crítica noruega ha señalado que en su análisis de la sociedad estadounidense esta novela es superior a cualquier otra del género negro, y no es una exageración. Nesbø entiende que Estados Unidos está al borde del precipicio, que la violencia ya no es una anomalía sino una estructura, y que los antihéroes como Bob Oz no vienen a salvarnos sino a mostrarnos el reflejo de lo que somos.
Minnesota se devora, como dice la crítica escandinava, en un suspiro, porque Nesbø domina el arte de la tensión narrativa, pero lo que permanece después es la incomodidad moral, la pregunta sobre qué queda cuando la justicia oficial fracasa y solo nos quedan hombres como Bob Oz, tan culpables como los criminales que persiguen. Publicada por Reservoir Books con traducción de Lotte Katrine Tollefsen, esta novela del autor galardonado con el Premio Carvalho confirma que el rey del thriller nórdico sigue en plena forma, y que su mirada sobre el alma humana es tan despiadada como necesaria en estos tiempos de fracturas.