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Auge y caída del conejo Bam de Andrés Barba

Conejos, populistas y otras bestias

Hay libros que llegan en el momento justo, cuando el aire se espesa de palabras vacías y los discursos de ocasión pueblan las tertulias como moscas en agosto. Andrés Barba lo sabe, y por eso su Auge y caída del conejo Bam —que Anagrama lanza este septiembre como quien arroja una piedra en un estanque— no es casualidad sino necesidad. La fábula, ese género tan denostado como poderoso, regresa para decirnos lo que no queremos oír sobre nosotros mismos, sobre la facilidad con que nos dejamos arrastrar por el canto de sirena de cualquier populista de tres al cuarto que sepa agitar las banderas correctas.

El escritor madrileño, que ya nos había dado lecciones de precisión narrativa en entregas anteriores, construye aquí una alegoría que duele de tan certera. La Gran Madriguera —ese microcosmos que bien podría ser cualquier sociedad occidental— se ve sacudida por la llegada de un conejo carismático que promete el oro y el moro a cambio de fe ciega. Barba conoce los resortes del poder, los mecanismos de la seducción colectiva, y los maneja con la destreza de quien ha leído a Canetti y sabe que la masa es el animal más peligroso que existe.

Pero donde otros escritores habrían caído en la tentación del panfleto, Barba apuesta por la sutileza de quien entiende que las mejores lecciones se aprenden sin darse cuenta. Copito, el narrador, ese testigo incómodo que va viendo cómo su amigo se transforma en monstruo, nos habla desde la perplejidad de quien ha vivido la historia por dentro y ahora intenta comprenderla. Es la voz de la duda frente a la certidumbre, del matiz frente al eslogan, de la literatura frente a la propaganda.

La tradición animalística, esa que arranca con Esopo y pasa por La Fontaine antes de llegar a Orwell, encuentra en Barba un heredero digno que no se conforma con repetir fórmulas. Aquí no hay animales buenos y malos, sino criaturas complejas movidas por impulsos contradictorios, igual que nosotros. La manipulación del miedo, la construcción de enemigos imaginarios, la creación de rituales que sustituyen al pensamiento crítico: todo está ahí, contado con la elegancia de quien sabe que la mejor crítica social es la que no grita.

El libro se presenta el 16 de septiembre en Madrid, en conversación con Darío Adanti, y dos días después en la barcelonesa Finestres. Será interesante escuchar a Barba explicar las razones de esta fábula en tiempos de posverdad, aunque algo me dice que la novela habla por sí sola con una claridad que no necesita explicaciones. Los buenos libros funcionan así: te golpean primero y te hacen pensar después, cuando ya es demasiado tarde para defenderse de sus verdades incómodas.

En un panorama literario saturado de autoficción y ombliguismo varios, Auge y caída del conejo Bam llega como un aire fresco que nos recuerda para qué sirve la literatura cuando se lo propone: para ayudarnos a ver lo que tenemos delante de las narices y nos negamos a reconocer. Barba ha escrito una novela urgente sin caer en el tremendismo, actual sin fecha de caducidad, política sin sectarismo. No es poco mérito en estos tiempos de ruido y confusión.

 

Andrés Barba Muñiz nació en Madrid en 1975, hijo de un profesor de literatura que le inculcó el amor por los libros desde pequeño. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, donde ejerció la docencia, también ha sido profesor en el Bowdoin College en Estados Unidos y la Universidad de Princeton.

Se dio a conocer en 2001 con La hermana de Katia, finalista del Premio Herralde de Novela y llevada al cine por Mijke de Jong. Desde entonces ha construido una obra sólida y coherente que le sitúa entre las voces más importantes de su generación: La recta intención (Premio Nord-Sud), Ha dejado de llover (Premio Torrente Ballester), Ahora tocad música de baile, Versiones de Teresa, Las manos pequeñas, Agosto, octubre, Muerte de un caballo (Premio Juan March), En presencia de un payaso (Premio Herralde, Prix Frontières y finalista del Gregor von Rezzori) y República luminosa.

Ha residido en la Academia de España en Roma (2003), la Residencia de Estudiantes de Madrid (2004), fue invitado por el British Council y la Queen Mary de Londres (2016) y recibió la prestigiosa beca del Cullman Center de la New York Public Library (2018). En 2010, la revista británica Granta le seleccionó como uno de los 22 mejores jóvenes narradores en español.

Barba es también ensayista —La ceremonia del porno (coescrito con Javier Montes, Premio Anagrama de Ensayo), La risa caníbal— y poeta, con poemarios como Crónica natural y Libro de las caídas. Como traductor, responsable de más de treinta versiones del inglés, ha vertido al español a Conrad, James, Melville, De Quincey, Carroll, Ginsberg, Fitzgerald y Dylan Thomas, entre otros.

Junto al pintor Alberto Pina creó la editorial de libros de artista El cañón de Garibaldi, con quien expuso toda su obra conjunta en la New York Public Library en 2022. Está casado con la escritora y traductora Carmen M. Cáceres, con quien tiene dos hijos. Desde hace años reside en Posadas, Argentina, país que le concedió la ciudadanía en 2024.

Su obra, traducida a veintidós idiomas, se caracteriza por una prosa precisa y una mirada singular sobre los territorios fronterizos de la experiencia: la infancia, las transiciones vitales, los momentos de inestabilidad donde «lo de antes ya no sirve, lo de luego no se ha formado y uno está improvisando». Barba trabaja desde esa «gravedad cero» donde se forja la identidad, ya sea en historias sentimentales, políticas o existenciales.

En 2023 obtuvo el Premio Finestres al mejor libro de ficción en castellano por El último día de la vida anterior. Su más reciente novela, Auge y caída del conejo Bam, confirma su capacidad para abordar los dilemas contemporáneos desde la ficción más exigente.

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